La era pervasiva

lunes, 10 de diciembre de 2007

El Asus Eee en la práctica

Que no os engañe el título; vuestro amigo León no ha recibido sus reyes anticipados en forma de portátil ultraligero. Sin embargo, leo en DailyTECH un artículo (en inglés) sobre el Asus EEE. El titular proclama muy ufano:

ASUS calma los miedos de los dueños del Eee PC con una actualización de la garantía

La entrada de la noticia nos aclara que Asus estaba vendiendo los Eee (un favorito de este diario) con esas molestas pegatinitas que dicen "warranty void if removed", o sea que perdemos la garantía si quitamos cualquier tornillo para actualizar sus escasos 512 MB de memoria. (Aunque esa memoria sea suficiente para ejecutar según qué versión de Linux, seguramente la distro Xandros que trae incorporada puede ganar mucho con algún gigabyte más.) Pues Asus ahora promete que la pegatina no tiene validez legal en los países donde no tiene validez legal. Impresionante.

Sin embargo, ocultos en el cuerpo la noticia encontramos algunos datos muy interesantes, enlazados a sus correspondientes noticias. El primero es que Asus ha aumentado el objetivo de ventas durante 2008 a 3.8 millones de unidades. Es un montón de máquinas para tener Linux. Curiosamente, Microsoft se ha apresurado a ofrecer una versión reducida de su Windows XP con el ultraportátil, que aumentará el precio del portátil en $30 a $60. Por fin (aunque no sea la primera vez) se hace explícito el coste de tener Windows XP, en lugar de tener que pagar un impuesto revolucionario lo uses o no.

El precio es de $350 a $399. Esto es menos de 240 € -- suponiendo que no suframos el típico timo de comprar por 1 € lo que los estadounidenses pagan a $1. Incluso con el 16% de IVA deberíamos estar hablando de unos 280 €, ciertamente una oferta muy jugosa para un portátil de 1 kg.

El último dato que nos llama la atención es en realidad otra venganza de viejo Linuxero. Traduzco:
La compañía ofrecerá también versiones del Eee PC con una versión reducida (en coste y funcionalidad) de Windows XP -- los Eee PCs actuales vienen con Xandros Linux, aunque se entrega un CD con drivers para Windows XP, para los fanáticos del háztelo-tú-mismo.
Ah, la ironía. Hasta hace poco éramos los de Linux quienes teníamos que hacérnoslo nosotros mismos...

martes, 4 de diciembre de 2007

Ordenador de a bordo

En una entrada anterior vimos otros posibles usos de un ordenador pervasivo (ligero, de bajo consumo y bajo coste). Una idea que exploramos fue la del ordenador de a bordo: un sustituto de la radio convencional (y que puede ir en el mismo hueco) que, además, nos permita ampliar sus funciones. Como por ejemplo un GPS que nos indique la ruta, control vía Bluetooth (o táctil) o reproducir música de un reproductor portátil. Y todo lo que esperamos de un ordenador pervasivo, incluyendo sincronización de nuestros datos personales.

Pues bien, vía Linux Devices encontramos información sobre el CarPC 102: un ordenador que corre Linux (Red Flag), con GPS integrado y bastante pequeño. Tiene una pantalla TFT táctil, que puede usarse para ver películas. Sin embargo, el formato es mosqueante: no parece que quepa en el hueco de una radio. Y además el consumo no es precisamente moderado: su Celeron a 1.1 GHz gasta "menos de 45 W", lo que no es muy tranquilizador.

En la página del fabricante encontramos más información sobre este cacharro. Parece que, efectivamente, está más bien pensado para montarlo en el coche, posiblemente en un asiento. No podemos ponerle pegas a la conectividad: con GPRS, Bluetooth, USB, y el GPS parece que va servido. Sin embargo, su utilidad es limitada y no parece justificar añadir un artefacto más al coche. El precio no aparece publicado.

Buscando un poco más encontramos el TSD102: éste sí cabe en el hueco de la radio, aunque no tiene GPS. Sin embargo, su consumo de 10 W parece más asequible a un coche normal. Puede incluso correr Windows XP según la empresa, DingCheng Ltd.

Y siempre tendremos el Voom car PC (de nuevo vía Linux Devices): por $400 nos prometen un sistema barebones que, éste sí, cabe perfectamente en el hueco de la radio del coche. Y se integra con la ignición y el sistema de sonido. En su segunda iteración, con unidad de CD.

No parece que haga falta mucho para que veamos una explosión de aparatos similares.

domingo, 2 de diciembre de 2007

El teléfono pervasivo

En entradas anteriores hemos visto varias áreas donde la tecnología pervasiva puede tener un hueco. Hoy vamos a centrarnos en un área particular: el teléfono.

Este invento tiene ya casi 150 años: en 1860 Antonio Meucci hizo la primera demostración pública del teletrófono , aunque nunca llegó a patentarlo por falta de fondos. (De hecho, el Congreso de Estados Unidos en 2002 en su resolución 269 reconoció que la patente de Bell de 1876 estaba basada en el fraude, y fue de hecho robada a Meucci.) Allá por 1920 se popularizó en las áreas metropolitanas, y en la década de 1950 su uso ya era habitual en todo el mundo. Hoy día las centrales digitales han eliminado las filas de operadoras manuales.

Sin embargo, su funcionamiento sigue siendo bastante similar al de 1920. Un número identifica a cada abonado, y hay que memorizarlo individualmente. Aunque hoy día los teléfonos móviles e incluso fijos siguen la pista de nuestros contactos habituales, el problema es el mismo para la gente que no conocemos. Y qué decir de la catástrofe que supone perder el móvil, y con él todos nuestros contactos.

VoIP. ¿No se puede hacer nada mejor? En realidad la revolución ya ha comenzado, gracias a operadoras online como Skype y Vonage. La tecnología se conoce como VoIP, o voz sobre IP en castellano: básicamente consiste en mandar la señal de teléfono por internet, lo que resulta mucho más barato que los circuitos conmutados.

Circuitos conmutados. Con esta tecnología hay una serie de circuitos disponibles (que vienen a sustituir a las conexiones que antiguamente realizaban las operadoras con un cable); cada conversación ocupa un circuito en cada central telefónica por la que pasa. La capacidad de las centrales está limitada por el número de circuitos que puedan poner a disposición de los usuarios. El coste de las llamadas que resulta de esta disposición es muy alto, porque el mantenimiento de estos circuitos es elevadísimo. Una sola conversación ocupa un gran número de circuitos a través de todas las centrales por las que pasa; cuanto mayor sea la distancia más centrales, y de ahí que tradicionalmente se cobren más caras las llamadas de larga distancia.

Conmutación de paquetes. Esta forma de distribución de información segmenta cada mensaje en una serie de paquetes de tamaño variable, y envía estos paquetes por separado a través de la red. En un nodo cualquiera puede haber un número ilimitado de conversaciones; de hecho, si se comprime la información es posible mandar gran cantidad de conversaciones por cualquier nodo.

La central telefónica casera. Actualmente, cualquier habitante de un país occidental (y de bastantes países en desarrollo) puede disponer de una línea terrestre y de una red celular. Añadiendo VoIP a nuestras comunicaciones habituales se abren un gran número de posibilidades. ¿Sería difícil enrutar nuestras comunicaciones a través de distintas redes, de forma que con un solo localizador estemos disponibles en un fijo o en un móvil? Si tenemos un ordenador haciendo las veces de receptor de teléfono, no tendría por qué ser más complicado que un desvío de llamada tradicional.

Un localizador. Pero la cosa va más allá. Sabiendo que cualquier ordenador conectado a internet puede convertirse en un terminal de teléfono VoIP, las posibilidades se multiplican. Los localizadores ya no tienen que ser números aleatorios; ahora podemos usar una cadena de texto de nuestra elección, similar (y equivalente) al correo electrónico. La enrutación de llamadas puede volverse tan flexible como la enrutación de paquetes, añadiendo el acceso a las redes fija y celular. Así, la central telefónica casera puede localizarnos en casa y desviar la llamada al ordenador del salón; o con el mismo esfuerzo enviarla al móvil si estamos en la carretera. También podría adivinar cuándo estoy llamando a alguien en casa, y evitar el uso de una red costosa (como la celular) pasando las comunicaciones por wifi.

Por supuesto, la posibilidad de mantener todos nuestros contactos sincronizados en distintos dispositivos se haría aún más necesaria que hoy día. También podrían almacenarse en un solo servidor central: la central telefónica doméstica podría proporcionarnos directamente la información de contacto según nos pasa la llamada.

El apagón analógico. Pero esto no es nada todavía. En breve se liberará gran cantidad del espectro electromagnético, en el que viven ahora mismo las señales de radio, TV, televisión celular e incluso la señal wifi casera. En el llamado apagón analógico, la TV analógica dejará de emitirse; y sólo quedarán las emisiones digitales, que ocupan mucho menos ancho de banda. La porción que queda libre es la famosa banda de 700 MHz, por la que incluso Google se pelea. Este apagón ocurrirá en USA posiblemente tan pronto como en 2009; en España el apagón analógico llegará en 2010.

Está por ver quién va a quedarse los derechos de uso. Si se usa (al menos una parte) para comunicaciones wifi, tendríamos una red pervasiva que cubriría todo el globo. Las operadoras telefónicas podrían perder gran parte de su poder sobre las comunicaciones, por lo que este desarrollo abriría grandes posibilidades para la telefonía pervasiva.

martes, 27 de noviembre de 2007

Software pervasivo

En nuestra anterior entrada estuvimos viendo posibles extensiones de la informática pervasiva: dentro del coche, sobre la impresora, o directamente en el reproductor de música. Pero está claro que todos nuestros dispositivos tendrán que comunicarse entre sí, si queremos que sean realmente útiles. Estoy escuchando un disco determinado en mi ordenador de sobremesa, y tengo que irme: pues directamente lo copio al móvil (o incluso se copia solo) y me lo llevo al coche. Estoy de vacaciones y quiero usar en el portátil mi programa de edición de imágenes favorito: me bajo la misma configuración que tengo en casa y ya lo tengo automáticamente ajustado a mis preferencias. (Quien haya tenido que configurar varias veces el Gimp, o cualquier otro programa de fotoedición, sabrá lo coñazo que puede llegar a ser tener un entorno productivo.) Voy pasando mi último artículo de un dispositivo a otro hasta que lo publico. Y ¿cómo si no voy a hacer copia de seguridad de todos mis archivos distribuidos en 20 aparatos?

Aquí es donde el software se vuelve imprescindible. ¿Cómo podemos sincronizar todos nuestros cacharros, para no estar configurando los mismos programas 15 veces o haciendo interminables copias de los mismos archivos de música? Las soluciones básicas son las mismas que para las aplicaciones web en general.

El servidor centralizado. Contratamos los servicios de un proveedor centralizado, como Yahoo! o Google, y dejamos que gestione nuestros datos. Desde cualquier punto podemos subir y bajar archivos, con lo que es un juego de niños tenerlo todo sincronizado.

Hay incluso empresas que venden ordenadores pervasivos con almacenamiento online, por el que cobran cantidades razonables. Un buen ejemplo es el Zonbu: por $15 al mes tienes almacenamiento prácticamente ilimitado (50 GB), con un pago inicial de $99. ¡Y la oferta incluye un ordenador pervasivo! (Otra forma de conseguir este ordenador es mediante un pago único de $250, sin almacenamiento online.) Es una oferta interesante, y sin duda este tipo de tratos tiene bastantes posibilidades.

El servidor casero. En este caso lo que hacemos es guardar todos nuestros datos en un servidor propio, probablemente uno pervasivo como el NSLU2 (Slug para los amigos) de Linksys. Con una conexión a internet tendremos acceso a nuestros archivos desde cualquier parte.

El software está ahí fuera, o al menos las piezas básicas de infraestructura: un servidor OpenSSH nos permite acceso seguro, una conexión con VNC acceso gráfico, y hay una plétora de servidores para transferir datos (NFS, FTP, Samba). El software cliente, sin embargo, no está tan avanzado: tenemos que hacer la gestión básicamente nosotros, elegir qué movemos de un sitio a otro e incluso cuándo.

Comunicación entre iguales. Es el peer-to-peer de toda la vida (desde que hay internet): los aparatos hablan entre sí y se sincronizan. El software más usado hoy día sigue más o menos esta forma: es así como sincronizamos nuestras Palm, nuestros iPods e incluso nuestro correo electrónico con la Blackberry. Es aquí donde el software libre está más en mantillas, y donde el software comercial sigue llevando la delantera. Hay programas razonablemente sofisticados para sincronizar contactos y mensajes con los dispositivos. Sin embargo, es una forma muy imperfecta. No sólo el software comercial nos limita a interactuar de formas predefinidas (como iTunes con la música); además las conexiones no son realmente peer-to-peer, sino más bien maestro-esclavo.

¿Por qué no puedo transmitir canciones de un iPod a otro? Los móviles con Bluetooth permiten una transferencia limitada, básicamente porque faltan la seguridad y gestión semi-inteligente. Sin embargo sería ideal para la sincronización automática entre dispositivos cualesquiera. Puede que realmente sólo necesitemos añadir algunas piezas más de infraestructura, como reconocimiento automático entre dispositivos y facilidades para la transmisión de archivos. Pero la comunidad del software libre se distingue, sobre todo, por saber encontrar soluciones elegantes a los problemas de todos los días. Una mayor integración entre distintos dispositivos (y no sólo la clásica cliente-servidor) sería muy de agradecer, sobre todo si elimina las interminables fricciones entre plataformas.

Es hora de que empecemos a tomar en serio el mercado pervasivo en todas sus formas, y de que el software libre vuelva a tomar la delantera. GNOME ya ha dado los primeros pasos, y hay otros ejemplos (como por ejemplo Qtopia de Trolltech). Sólo así será una opción atractiva, además de robusta, para todas nuestras necesidades.

domingo, 25 de noviembre de 2007

Nuevos horizontes

No todos los posibles usos de la informática pervasiva se han explorado. Hay muchas posibilidades que no están cubiertas en el mercado hoy día, o al menos no se han popularizado todavía. A continuación listamos unas cuantas.

Ordenador de a bordo. Un ordenador pervasivo para el coche. Del tamaño de una radio, con conexiones USB y un sistema operativo completo. No sólo podría hacer las veces de radio y navegador GPS, además podría proporcionarnos conectividad por wifi o por GPRS sin mayor problema. Y comunicarse con nuestro portátil pervasivo, claro.

Móvil abierto. Un teléfono móvil completamente abierto, algo como un OpenMoko pero a lo bestia. Donde podamos grabar todas las conversaciones que tengamos, encriptar la voz sobre la marcha, y en general hacer un uso más inteligente del móvil. ¿Por qué no puedo enrutar las llamadas al teléfono inalámbrico cuando estoy en casa, de forma que no me cueste un duro? ¿O incluso cuando tenga conexión wifi usar telefonía IP?

Radio controlada por software. La radio digital ya se usa habitualmente. El siguiente paso es contar con un ordenador que nos permita modular la señal mediante un programa. Esto nos da control absoluto sobre la señal, y abre posibilidades que todavía no podemos ni imaginar. Nos falta, eso sí, disponer de una banda de frecuencias de la que podamos disponer libremente. Los asuntos legales (como por ejemplo sintonizar la radio de la policía) pueden tener este campo paralizado bastante tiempo, pero no por siempre.

Móvil inverso. No basta con un móvil completamente abierto; en este caso también sería útil poder añadir capacidades de móvil a cualquier cacharro que ya tengamos. Y no sólo para transmisión de datos, sino también para comunicarse por voz, hacer de puente con telefonía IP, redirigir llamadas y hasta habilitar la centralita casera automática.

Reproductor de música. Aunque ya tengamos Rockbox para multitud de dispositivos, y aunque le podamos poner Linux al iPod, todavía no existe un reproductor realmente abierto y versátil que cubra todas nuestras necesidades. Sí, hoy día podemos reproducir música en el ordenador o en el móvil; pero capacidades como la sincronización automática podrían ser realmente útiles. Si estoy escuchando un disco en casa, el reproductor podría investigar cuál, importarlo directamente y por fin llevármelo al trabajo.

Impresora inteligente. ¿Por qué ese cacharro que se sienta en nuestra mesa tiene un procesador tan infrautilizado? Una impresora pervasiva (que contuviera un ordenador completo y abierto) nos permitiría retrasar la impresión de ciertos documentos hasta que no nos moleste, aprovechar mejor el papel, tener un servidor de impresión wifi y cualquier otra idea que racionalice la impresión casera. Por ejemplo, permitir imprimir algo desde el trabajo a través de una conexión GPRS.

Vuestro amigo León prevee que estos aparatos serán populares en unos pocos años. Por supuesto que no necesitaremos tener encima un cacharro para cada categoría; unos pocos doblarían facilidades hasta cubrir nuestras necesidades de la forma más cómoda. Por ejemplo, elegir el ordenador a usar sólo atendiendo al tamaño y a la potencia que necesitemos llevar encima. El software que permita tener todo accesible todo el tiempo y sincronizar contactos, música y demás información personal todavía no existe, pero ya hay gérmenes de software libre, que con un poco de suerte revisaremos en otra entrada.

Si conocéis ordenadores de estas categorías que ya estén a la venta, o bien tenéis otras ideas pervasivas, no olvidéis contárnoslo en un comentario.

domingo, 18 de noviembre de 2007

Regalos navideños pervasivos

Se acerca la Navidad, y este año viene cargada de regalos que caen dentro de la informática que nos invade. Estos aparatos corren Linux, y empiezan a desbordarse en categorías tradicionalmente reservadas a la electrónica de consumo (como un radio-reloj despertador) o incluso sin ninguna electrónica (como los marcos de fotos). El mayor problema que podemos tener es que estén completamente capados y no nos permitan ampliarlos o ni siquiera modificarlos, como el iPhone. Para que se pueda sacarle todo el jugo a nuestro regalo (y podamos jugar más allá del día de Reyes) tenemos que fijarnos especialmente en que esté abierto y nos permita trastear.

La web Linux Devices ha elegido 10 regalos para un geek. Algunos de ellos ya los hemos visto aquí, otros están en la lista de cosas que revisar, y todavía otros son nuevas categorías a explorar. Vamos a verlos brevemente, prestando atención a lo abiertos que están para el cacharreo.

El primero es un reproductor de música con Linux, Sansa Connect. A través de este aparato, y sin necesidad de ordenador, nos podemos conectar a servicios online mediante wifi y descargar música. La página web del fabricante requiere Flash, y el cacharro en general está capadísimo. Unos $150 en USA.

Después tenemos un terminal de mensajería instantánea, el Zipit Wireless Messenger 2 (Z2). De nuevo la página oficial requiere Flash. ¿Se puede "juaquear", del verbo hack, es decir: modificar más allá de los deseos del fabricante? La respuesta en este caso es: quizás. El modelo anterior, el Z1, ha sido bastante popular y ha dado bastante juego. Parece que el inventor original, un tal Ralph Heredia, promete soporte a la comunidad linuxera; pero por ahora su prioridad está en los niñatos yanquis. Y cuesta otros $150 en USA.

A continuación el clásico radio-reloj despertador, pero con Linux: el Chumby. Parece que es muy abierto: se puede usar como marco digital, radio-reloj, o hasta como altavoces para un iPod. Y la página oficial, gracias a dios, no requiere Flash. Sin embargo nos costará un poco más, $180 en USA.

¿Echábais de menos algún teléfono móvil ? Ahora viene el primero, un MotoRokr Z6 de Motorola: es su primer terminal con Linux en Estados Unidos. Capado como cualquier móvil, pero puedes ejecutar programas Java. Por $275 en USA, y en España por 260 €.

¿"Capado como cualquier móvil"? Ahora os presentamos un teléfono móvil completamente libre. El OpenMoko Neo 1973 estará pronto a la venta, y ahora mismo puedes comprar una versión preview. Completamente abierto y programable; si además te pillas el kit del desarrollador, podrás incluso trastear con el hardware. Por $300 o $450 mientras les dure la versión de evaluación.

Este ultraportátil lo hemos visto ya en La Era Pervasiva: un Asus Eee. Este portátil de menos de 1 kg está completamente abierto, aunque puede que no por mucho tiempo. Por $300 si es que encuentras dónde comprarlo.

Ahora viene la tableta de internet de Nokia, la N810. Esta versión mejorada trae un teclado completo, radio FM, receptor GPS y es más rápida que la anterior N800. El regalo de ensueño para todo geek; incluye la plataforma abierta Maëmo. Unos $380 en USA (según LD; más bien son $450), y precio por determinar en España.

Otro ultraportátil, nuestro viejo amigo el OLPC, ocupa el siguiente puesto. También es muy goloso: trae cámara integrada, red interconectada por mesh y un interfaz novedoso. Sólo disponible en USA: por la promoción da uno, recibe uno sueltas $380 para conseguirlo, y los fabricantes prometen regalar otro a un niño necesitado. No, tú no cuentas como "niño necesitado".

Y otro teléfono móvil, igualmente capado: el RAZR2 V8 de Motorola. Vuestro amigo León confiesa no ser muy aficionado a los móviles, así que no le veo mucha gracia a este cacharro cerrado por todas partes. Y menos si cuesta unos $500 (liberado).

Terminamos con un equipo de música digital, el Digital Music System de Sonos. Es otra idea original: un equipo de música con altavoces y un controlador (que es lo que realmente va con Linux), todo modular e inalámbrico y que podemos distribuir como queramos. Ni idea de si el controlador está abierto o cerrado, la verdad. Unos $1000 en USA según configuración; parece que está disponible en España, aunque sólo en sitios de gama alta.

Como mención honorífica, Linux Devices ha escogido un firewall USB: el Yoggie Pico. Es en realidad un ordenador Linux metido en una llave USB, que nos sirve para securizar nuestro Windows Vista. Poco juaqueable, pero es una idea muy curiosa, por $150.

Para más información podéis visitar el artículo original, que enlaza con los respectivos artículos de Linux Devices con más información. Todo por elegir el regalo para vuestro amigo, amiga o pareja geek. Él o ella os lo agradecerán.

jueves, 15 de noviembre de 2007

Un portátil pervasivo

Supongamos que eres un escritor en ciernes. Te gusta escribir, pero no le puedes dedicar todo el tiempo que te gustaría. Tienes que aprovechar los ratos libres que te deja la ardua tarea de ganarte el pan; y a veces son de vacaciones, otras veces en el autobús o en el metro, y puede que incluso estés de corresponsal en un país remoto sin acceso fácil a un enchufe.

Necesitas lo que se conoce como un subnotebook, o un subportátil; también conocido como ultraportable o ultraportátil. Es una categoría que ya existe: máquinas de un kilo y poco más de peso, generalmente pequeñas. La batería debería durar un mínimo de tres horas. Por desgracia, este segmento está plagado de máquinas carísimas: es bastante común tener que gastarse 2000 € para que tu portátil pese menos de 2 kg. Los Sony Vaio han colonizado esta categoría antiguamente dominada por los IBM ThinkPad; Samsung también tiene algunas máquinas muy interesantes. Vuestro amigo León estuvo una vez tentado de gastarse 800 € en una máquina de oferta, un Q40 golosísimo (en una máquina que valía 1400 €; sus 1.14 kg de peso la hacían reina de esta categoría). Por suerte triunfó el sentido común.

A estos precios es fácil imaginarse que estos portátiles están sólo al alcance de vicepresidentes y otras figuras. Sin embargo, la situación está a punto de cambiar. Y el cambio viene de la mano de un personaje curioso, tratado muchas veces como "visionario" pero que rara vez ha estado a la altura. En esta ocasión Nicholas Negroponte parece que ha cantado bingo.

Es el famoso proyecto OLPC, o one laptop per child (un portátil por niño). A un objetivo de $100 por unidad, Negroponte se propuso fabricar un portátil que pudiera usarse en el tercer mundo y ocupar el lugar de los libros de texto en la educación de una nueva generación. Su razonamiento era: los libros de texto son costosos y se quedan desfasados en seguida. Si el coste de educación por niño es de sólo $100 en total, los gobiernos de los países en desarrollo pueden permitirse pagarlo; los libros pueden actualizarse automáticamente (a un coste unitario cero). La creación del libro puede hacerse también de forma más barata, incluso por un equipo de voluntarios; de paso los niños estarán expuestos a la tecnología desde pequeños, lo que los hará más aptos para desarrollar sus países respectivos.

Como siempre, el diablo está en los detalles. ¿Quién hace los libros? ¿Quién paga los portátiles? ¿Vale la pena pagar tecnología obsoleta a ese precio, o es mejor reciclar PCs viejos del primer mundo? El equipo de OLPC ha hecho un buen trabajo en convertir la idea en un proyecto creíble, con una interfaz increíblemente sencilla, y tecnologías innovadoras como una pantalla legible al sol y una batería de alto rendimiento. La parte de la educación está más verde, ya que se ha dejado más en manos de los gobiernos participantes.

Sin embargo, seamos egoístas: incluso aunque nos importe un pepino la educación de estas criaturas, el OLPC ha generado interés justo en la categoría que nos interesa. Intel vio un peligro en estas máquinas con procesadores de AMD y sacó su propia versión, los Classmate PCs (que recientemente han visto su parte de polémica por su uso en Nigeria: Mandriva o Linux). Por su parte, Asus respondió con el eee: un portátil con un precio objetivo de $200 de características similares.

El precio es un asunto obviamente peliagudo. Mientras que se puede pensar que el proyecto OLPC ha fracasado con su objetivo de $100, los promotores aseguran que sigue siendo conseguible a largo plazo. Por ahora se conforman con venderlos a $200, y esperan que con el tiempo (y el gran volumen de ventas esperado) se pueda acercar al objetivo. El Asus eee costará probablemente más cerca de los $300, mientras que el Classmate PC no era barato para empezar.

Ahora el OLPC es un proyecto en marcha. En USA y Canadá está en marcha la iniciativa Give One. Get One, con la que esperan que los ciudadanos de estos países paguen $400 por un portátil para ellos y otro para un niño del tercer mundo. Los $200 del niño son deducibles como donación, consigues un juguete, y además te sientes bien. Sin embargo, el portátil sigue siendo bastante caro.

El interés de esta nueva categoría de ultraportátiles baratos está probablemente más en el primer mundo que en el tercero: ¿quién no le compraría un ordenador a su hijo a ese precio? Y sobre todo, nuestro amigo olvidado del principio: el escritor en ciernes, tiene su máquina perfecta sin necesidad de arruinarse.

En artículos posteriores analizaremos las máquinas más en profundidad. Mientras tanto, hasta el 26 de noviembre tienes la oportunidad de comprarte un OLPC y donar otro, sólo en USA y Canadá.